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Universidad de Chile

Profesora visitante Carmen Ávalos ya se encuentra en Chile

Documental Creativo: la tenue frontera entre la ficción y la realidad

Documental Creativo: la tenue frontera entre la ficción y la realidad

Una intensa agenda de actividades deberá cumplir la destacada realizadora y profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona. Su visita se enmarca en la iniciativa Bicentenario del Campus Juan Gómez Millas y se materializó gracias a los esfuerzos desplegados por los profesores del ICEI Pamela Pequeño, Alejandra Carmona, Paola Lagos y Hans Mülchi.

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Diversos compromisos académicos trajeron a Chile a la a la profesora Carmen Ávalos, académica de la Facultad de las Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona: clínicas a estudiantes del Magíster de Cine Documental, cátedras magistrales a estudiantes de pregrado tanto del ICEI como de Antropología, asesorías a profesores del Instituto que realizan diversas investigaciones en el campo de la comunicación... Pero más importante aún: la destacada realizadora catalana también dirigirá el "Seminario de Documental Creativo" entre el 16 y el 18 de agosto, curso que apunta a aclarar las ideas matrices de una apuesta cinematográfica que, si bien ofrece múltiples alternativas en lo creativo, no ha experimentado desarrollo en nuestro país.

"Mi primera expectativa es ponerme un poco al día con lo que se está haciendo en el cine chileno, tanto en documental como en ficción. Desgraciadamente no llega mucho del cine chileno a España, pues estamos un poco dominados, como en todas partes, por las distribuidoras norteamericanas", sostuvo profesora Carmen Ávalos.

"Sabemos de dos o tres nombres de directores que hacen cine de ficción, pero muy poquitos de no ficción. También sería interesante saber más acerca del debate a nivel teórico y conocer más acerca de cuáles son los temas que están en el debate", agregó.

"Tengo una expectativa grande en cuanto a establecer algún tipo de relación poco más oficial y formal entre el Instituto y la Facultad donde me desempeño. Y también, como es lógico, tengo muchas ganas de encontrarme con los alumnos y con los profesores a los que debo hacer asesorías de proyectos. He empezado a ver algunos proyectos que me han llegado por e-mail y me parecen muy interesantes. Por eso me interesa conocerlos en el cara a cara para que me cuenten qué hay detrás de esos proyectos y, en la medida de lo posible, tratar de que les pueda servir de algo lo poquito que yo sé", añadió

Mil y un tipos de documentales

Pero el plato fuerte dice relación con el "Seminario de Documental Creativo" a realizarse entre el 16 y 18 de agosto en dependencias del ICEI. Todo un desafío considerando la complejidad de un concepto que no ha sido clarificado del todo por la academia. Básicamente todos tenemos bastante claro en qué consiste el cine de ficción. Lo mismo ocurre con el cine de no ficción con su reconocible estructura documental, donde la imagen está siempre subordinada a la palabra. Pero el terreno que media entre ambos es tan vasto como fecundo en términos creativos.

Con el correr de los años hemos asistido a la difusión de películas denominadas "falsos documentales", películas que pretenden pasar como verdaderas -en virtud de una estética de registro- diversas situaciones en circunstancias que todo lo que ahí aparece es ficticio: la historia, los personajes... "Eso es ficción revestida de realidad", dice la profesora de la Facultad de las Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Casos tenemos varios: "The Blair Witch Proyect" y "Holocausto Caníbal".

También existen los "documentales falsos" concebidos como divertimento. Este tipo de producciones, en clave "cazabobos", posee la misma estructura narrativa del cine documental, presume de seriedad investigativa pero su contenido es irreal o derechamente falso. "Hay falsos documentales que me encantan. Peter Jackson, el director de ‘El Señor de los Anillos', antes de ser conocido hizo un falso documental encantador, ‘Forgotten Silver', donde se inventa la existencia de un señor que había revolucionado todo el cine en la década de 1910: la película en color la había inventado él con una emulsión de huevo, también había creado el cine sonoro... y cualquiera pensaría que eso fue verdad, y sólo al final da pistas de que no fue así. ‘Operación Luna', del francés William Karel, es otro ejemplo de falso documental al pretender demostrar que el hombre nunca ha llegado a la Luna. De todos modos soy partidaria de que el espectador tenga el derecho de ser informado de lo que está viendo", dice la profesora Ávalos.

Hay otros documentales falsos concebidos con intenciones bastante menos lúdicas. A menudo surgen verdaderos productos de propaganda que, con malicioso sesgo, falacias y medias verdades, o en base a imágenes sacadas de contexto, tienden a exaltar la vida y obra de algún personaje censurable, tergiversar un hecho histórico o, en casos aún más ominosos, atizar las brasas del odio hacia todo un colectivo.

Tal situación llega al paroxismo con el documental "El Judío Eterno" (Fritz Hippler, 1940), una película que se propuso retratar los vicios que la ideología nacionalsocialista le asignaba al carácter racial hebreo, eje central de la concientización totalitaria y fanática de ese régimen. La hipótesis central de la cinta apuntaba a que la terrible miseria que se observaba al interior de los guetos judíos era, ante todo, consecuencia de una opción de vida adoptada soberanamente por quienes los habitaban: la desocupación de sus habitantes y el hurto eran prácticas corrientes entre personas que sienten un ingénito desprecio por el trabajo y que menudean hacer dinero a través de la usura; sus cuerpos famélicos respondían -una absurda hipótesis que contraviene el más instinto de preservación más elemental- a la avaricia de quienes acumulan riquezas incluso a riesgo de morir de inanición, en ningún caso debido a un inhumano régimen de privaciones impuestas por el régimen. Una película imprescindible en el cine de odio antisemita.

Pero en el espectro hay espacio para muchos más matices, y de esa gama de grises y claroscuros surge otra propuesta: el documental creativo, que si bien parte de hechos ciertos y realidades verificables, se apropia de recursos narrativos propios del cine de ficción. Es una apuesta más personal y flexible, un verdadero trabajo de autor gracias a esos elementos que dan más colorido a historias ficticias en toda regla. "Qué es el documental creativo es una pregunta compleja de responder", dijo Carmen Ávalos. Y agregó "El primero que intentó definirlo, allá por los años '30, fue el inglés John Grierson. Su definición es una que no siempre se ha tenido en cuenta. En algunas épocas ha ido a la baja y en otras, al alza, como hoy, cuando vemos que se ha revalorizado el concepto".

"Nadie aún ha sido capaz de contestar la pregunta sobre qué es el documental creativo. Cualquier producto audiovisual utiliza el lenguaje audiovisual, tanto en ciencia ficción, drama de ficción, comedia de ficción, un reportaje periodístico basado en la imagen, en un documental de creación y un falso documental... Todos tienen en común el hecho de que utilizan una narración audiovisual: encuadres fuera de campo, elipsis... El documental creativo es un híbrido que recoge material real, pero el autor se desprende y echa afuera todo lo que cree innecesario con su filtro subjetivo de la realidad. En ese ejercicio ya está presente la creación. Es una recreación de algo cierto, pero a diferencia del reportaje periodístico, no llega a la objetividad", subrayó la profesora Ávalos

Asimismo resulta complicado fijar una frontera entre lo ficticio y lo real: "Trabajo desde hace diez u once años en el Máster de Documental Creativo y nos llegan muchos alumnos que son de Periodismo, y donde más nos tenemos que esforzar es en conseguir que les den más importancia a la imagen que a la palabra. El problema de buscar la objetividad a partir del documental es que podemos darle más importancia a las palabras que a las imágenes. Es difícil establecer cuáles son las reglas -porque creo no las hay-, pero la imagen nunca debe quedar supeditada a la palabra, sino que ha de reforzar la historia visual".

"La diferencia entre géneros es de carácter ético", afirmó Carmen Ávalos. "El documental de creación utiliza el lenguaje audiovisual de un modo tan libre como si fuera una ficción. Ofrece una posibilidad infinita de manipular el espacio y el tiempo. Yo en una película de ficción puedo tener un personaje al que, como guionista o editora, puedo torturar, machacar y después irme a casa a dormir tranquila. Pero cuando tienes de personaje a una persona de carne y hueso, hay que tener mucho más cuidado. Es una persona real, una persona que desborda su personaje. Y ahí debemos tener presente dos cosas: asignarle el debido valor cinematográfico, y el segundo y casi más importante, mantener en alto el valor ético, pues hay que tener claro cómo es que le va a influir la película a esa persona para cuando deje de ser el personaje", sostuvo la profesora visitante, quien recordó ejemplos notables como "El Arado que Labró las Llanuras", de Pare Lorentz, basada en la novela de John Steinbeck "Las Uvas de la Ira", libro que dio pie a la película homónima de John Ford acerca del empobrecimiento campesino suscitado tras la Gran Crisis del ‘29 .

Tipos y tipos de documentales: otras apuestas audaces

Hay documentales y documentales. Hay otros que echan mano no ya sólo a imágenes de archivo, sino también a imágenes de películas antiguas, animaciones, gags y relatos autorreferenciales, al punto que los realizadores llegan a convertirse en los verdaderos protagonistas de sus películas. Tal es el caso de Michael Moore, uno que ha hecho escuela por el tono humorístico que imprime a sus creaciones audiovisuales, siempre relacionadas con los conflictos sociales que se observan actualmente en Estados Unidos. Aquí el documentalista adopta, sin ambages y de modo muy singular, una postura contraria a los intereses de una oligarquía financiera completamente vinculada al poder político.

"Tiene vocación de denuncia, y eso ha sido así desde siempre en el documental. Tiene la voluntad de cambiar las cosas. Como él hay pocos. Tiene carisma, personalidad, se pone delante de las cámaras y es bueno que tenga una ideología. Yo no creo en una película neutra. Es un showman al incorporar el elemento espectáculo. Lo hace sin complejos. Algunos lo critican pues dicen que él se ha convertido en sus propias películas. Yo creo que simplemente aprovecha las posibilidades que tiene como lo haríamos todos. Es su marca", indicó.

Ojalá hubieran más Michael Moore, dice Carmen Ávalos. "Bienvenido sea. Es necesario. Pero sí tengo una observación: me parece que, en su afán por presentar una tesis contraria a los grupos de poder, tiende a tomar los elementos de juicio con pinzas. Termina forzando el relato con entrevistas y puestas en escena para llevarlo al destino que él desea, que es precisamente probar los defectos del capitalismo neoliberal. Entonces corre riesgo de perder veracidad", concluyó.

 

 

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Profesora visitante Carmen Ávalos
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