Ir al contenido
Universidad de Chile

Conferencia de profesora visitante Stella Bruzzi en el auditorio Jorge Müller

La subjetividad como elemento dinamizador en la evolución del documental

Lo subjetivo como elemento dinamizador del documental

Los documentales no siempre fueron como los conocemos hoy en día: fue a partir de los 70 que se rompió la ortodoxia casi doctoral de los documentales de antaño. Hoy en día la objetividad, esa inalcanzable condición en campos del saber no vinculados a las ciencias duras, ha sido reemplazada por el compromiso ético y político, lo que implica tácitamente un toque de autor, más personalista y parcial.

El denominado "nuevo documental" lleva décadas de desarrollo y suma miles de cultores en todo el mundo y, aún así, se le continúa adjuntando el calificativo de "nuevo". Es muy probable que el cine haya marcado la senda que recién vendría a recorrer el periodismo a partir del nuevo siglo. Consciente del carácter utópico de la "objetividad", el cine documental toma partido, asume riesgos y se compromete en experimentos que rompen la ortodoxia.

Ese cine documental comienza a verse como resultado de un acto performativo. El documental surge luego que "la realidad ha negociado con la imagen, la interpretación, la subjetividad y la experiencia del propio realizador".

En suma, el nuevo documental no representa la realidad, sino que más bien la ordena. Así es como el documentalista invade un espacio y se atreve a dejar atrás la objetividad que se observaba en décadas anteriores, por lo menos hasta la década del '60, periodo en que la norma realizadora establecía un cariz más cientificista -cuasi doctoral- presto a marginar propuestas más rupturistas. Dos casos interesantes para ilustrar la evolución del documental, al menos en términos de narración: la película "En el Año del Cerdo" (1969), de Emil de Antonio, quien se sirve de material producido por la propaganda macartista en los años '50 para graficar -paradoja e ironía mediante- la brutalidad propia de la guerra de Vietnam; la otra es "El líder, su chofer y la esposa del chofer" (1991), cinta en la que el director Nick Broomfield otorga prominencia a ciertos detalles que bien ayudan a configurar la personalidad megalómana, autoritaria y a ratos desopilante del líder supremacista blanco de Sudáfrica Eugene Terre'Blanche.

Es una de las tesis centrales que contiene el libro "A New Documentary", de Stella Bruzzi, la profesora visitante que realizó una charla magistral sobre esta temática en el auditorio Jorge Müller. He ahí su aporte teórico y la razón de tantos elogios de los especialistas en la materia. "Toda obra documental debería verse como el resultado de un acto performativo. No significa que debemos dudar de la imagen o de la veracidad de las mismas, pero es muy probable que la realidad sea representada de tal o cual manera precisamente porque había una cámara. Muchos acaban actuando frente a la cámara. Esa misma falta de espontaneidad se observa, por ejemplo, en el actual docureality televisivo", sostiene la decana de la Facultad de Artes de la Universidad de Warwick, Inglaterra, entidad cuyas gestiones, realizadas en conjunto con la la Iniciativa Bicentenario JGM, permitieron su visita a nuestro país.

Vestuario y masculinidad en el cine

Otro elemento que interesa abordar a la profesora Bruzzi es "La Nueva Masculunidad en el Cine". Un fenómeno interesante que incluso se torna palpable en las películas de la industria hollywoodense. "Uno observa que ya no sólo se centra en la corporalidad ni en la musculatura del protagonista. Las películas cada vez más abordan los aspectos internos de la personalidad, sus miedos, fuera del estereotipo clásico del hombre que tiene seguridad absoluta de sí mismo y presume de completo dominio de la situación, más actualizado y menos formal, como la nueva versión de ‘Sherlock Holmes'. Eso se ve ahora en películas como ‘Inception', ‘The Shutter Island' y ‘Memento', por dar algunos ejemplos".

¿Y el vestuario en el cine, otro asunto a discutir en Chile? Otro gran tema para la teoría cinematográfica ya que el vestuario ha sido siempre un "vehículo que da sentido y significado sin que ese elemento, tan importante en la entrega de información sobre los personajes y el contexto, esté amarrado a la narrativa. Nos revela la personalidad e identificación de personaje desde lo externo", sostuvo la académica.