Profesora Chiara Sáez y sus impresiones sobre un debate opaco

TV Digital, una valiosa plataforma para ejercer ciudadanía

Chile es uno de los países que experimenta un mayor rezago en cuanto a la implementación de la llamada "televisión del futuro". Este retraso no sólo se explica por razones técnicas, afirma la profesora Sáez. Es, ante todo, una discusión política ¿y también ideológica- debido al impacto que podría generar en el atribulado sistema democrático chileno.

Resulta natural que veamos a la televisión como una industria que, a través de aparatos receptores dispuestos en los hogares, emite contenidos fundamentalmente orientados al ocio y poco diversos. También resulta natural que la televisión reproduzca estereotipos vinculados al sexo, determinadas etnias y clases sociales, o que refuerce ciertos patrones de consumo y consagre singulares paradigmas de "desarrollo social".

Parece natural que la televisión deshumanice la pobreza y que -en línea con una corriente de pensamiento obsesionada con la econometría- reduzca a mera estadística a las personas que viven bajo esa línea. Es natural la excesiva centralización de los medios televisivos, situación que invisibiliza las problemáticas que surgen en zonas geográficas apartadas y extremas. Todo aquello parece natural, predeterminado. Lo natural es que la televisión sea un negocio en toda regla, y no más que eso.

La televisión, al ser capaz de transmitir y poner en el tapete contingencias y problemas de larga data, es también una plataforma del individuo en tanto ciudadano.

"Por eso el llamado de este Programa de Libertad de Expresión y Ciudadanía está llamado a desnaturalizar ese concepto de la televisión", sostiene la profesora Chiara Sáez, una férrea defensora de la Televisión Digital como un sistema de medios que tienda a una apertura de todos esos mundos frecuentemente excluidos e invisibilizados en la televisión abierta.

Las señales comunitarias son un componente clave en un sistema que ofrece múltiples alternativas. "Este sistema les permitirá a las personas de menores recursos, o a los que viven en localidades lejanas, verse y hablar por sí mismas, y que no sean otros los que hablen por ellos. Sabemos que la TV abierta no siempre es un aporte, que su calidad es a lo menos dudosa, y cuesta mucho decirle a las personas que está bien, que están en plena libertad de ver esos programas de dudosa calidad, pero que también existen otras cosas más", agrega.

Como integrante de la Mesa TV Digital y Ciudadanía, la profesora Sáez ve con preocupación el derrotero que ha seguido la discusión política en torno la televisión digital.

"Es un debate opaco por donde se le mire. Vemos que el tema está secuestrado en el Senado. Nosotros, como Mesa TV Digital y Ciudadanía, no tenemos derecho a ingresar a las sesiones y los senadores tienen prohibido hacer publicidad de lo que ahí se discute y se vota. Vemos mucho favoritismo hacia otros grupos. De nuevo nos encontramos con el problema de acceso a la información, muy vinculado con la libertad de expresión. Eso es inaceptable para una democracia que se presume moderna", agrega.

Pero hay más respecto a esa discusión: "Corre el rumor de que sólo una propuesta, de las once que presentamos, habría sido acogida. Es la que habla de la gratuidad. Nada hay respecto a las propuestas tendientes a promover medios comunitarios, mejorar las definiciones, usos sociales de las tecnologías digitales, reserva de espectros para proyectos sin fines de lucro, la idea de un teledifusor público para contenidos comunitarios y educativos... Nada de eso está asegurado".

A decir de la profesora Sáez, existe una concomitancia clara entre el sistema de medios y el sistema político. "A mucha gente le cuesta entender que la calidad de tu sistema democrático va muy a la par con el sistema de medios. Hoy vemos el mal momento por el que atraviesa el sistema de medios y vemos, al mismo tiempo, un fuerte desgaste del sistema político".

Pero estas distorsiones no sólo se observan en el poder legislativo, sostiene la profesora Chiara Sáez. "Nos enteramos, de manera indirecta, que la Subtel está implementando políticas sin tener una ley. Como no hay una ley todavía, malamente se puede consagrar una orientación comercial, aunque aún así el Gobierno no está promoviendo nada que no sea estrictamente comercial. De casualidad nos hemos enterado que a principios de agosto la Subtel abrió concursos de concesiones experimentales de TV digital a nivel local y regional. Nada se publicitó. Y eso es raro porque el interesado debe presentar un proyecto muy complejo; debe incorporar una propuesta técnica, un plan de financiamiento, etc. Y lo peor: el proceso se cierra este 31 de agosto. Eso es muy extraño. Está claro que es un permiso provisorio, pero tal como funcionan las cosas aquí, estas concesiones provisorias pueden convertirse en definitivas".