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Universidad de Chile

La obtuvo Mauricio Claro, autor de "Tiras de Prueba"

Magíster de Cine Documental registra su primera nota 7.0

Magíster de Cine Documental registra su primera nota 7.0

Ningún trabajo hasta ahora -entre tantos trabajos sobresalientes producidos por estudiantes del Magíster de Cine Documental del ICEI- había logrado una calificación perfecta. El profesor Ignacio Agüero elogió la película de Mauricio Claro por su audacia estética y experimental.

En la Universidad de Chile impera la calidad formativa y el rigor evaluativo, de tal manera que la obtención de una nota sobresaliente sólo se logra en la medida que el estudiante combine el conocimiento adquirido, ese debido espíritu crítico que favorece la innovación y la creatividad, el dominio técnico que propicia la aplicación de esos conocimientos y el tesón siempre exigible a todos quienes apuestan por fortalecer sus aptitudes y competencias. No es nada fácil conseguir ese equilibrio perfecto que conduce, como es lógico, a una calificación perfecta. Eso ocurrió por primera vez en los dos años de existencia del Magíster de Cine Documental.

El estudiante es Mauricio Claro, cuya película "Tiras de Prueba" -cinta que tiene sobre 25 minutos de duración- se presenta como "un ensayo a propósito del trabajo del gran fotógrafo Sergio Larraín", dice el estudiante que recibió nota 7.0 en su examen. "Sabía que podía ser bien evaluado", agregó, aunque jamás pensó que obtendría la calificación máxima por parte de sus profesores evaluadores Carlos Flores y Carlos Ossa.

"Es muy satisfactorio haber podido concluir el programa de magister en cine documental de la universidad de Chile, y más aún haberlo hecho obteniendo la nota máxima. Fue un proceso largo, pero muy interesante, además de ser una experiencia que me permitió perfeccionar y expandir los conocimientos sobre la teoría y la praxis documental", agregó.

El estudiante del Magíster de Cine Documental sostuvo además que "la obra de grado responde a un proceso que se extendió durante todo el programa de estudios. Sin embargo le debo su maduración final y concreción a los consejos y al apoyo de Ignacio Agüero, quién, desde su visión de cineasta, fue fundamental para ir definiendo un dispositivo y una línea estética. Ignacio te alienta hacia una libertad creativa que dice relación con adoptar una disposición particular ante el oficio del cine, y a hacer también un ejercicio de paréntesis en las consideraciones comerciales que muchas veces gravitan, de manera malsana a mi juicio, sobre la elaboración intelectual del cine chileno actual".

El coordinador del Magíster de Cine Documental, Ignacio Agüero, quien además ofició de profesor guía, alabó el trabajo de Mauricio Claro pues "es un trabajo experimental muy audaz ya que se nota que va en búsqueda de un lenguaje cinematográfico distinto a lo que usualmente vemos. Eso la convierte en una película documental particularmente creativa".