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Universidad de Chile

Entrevista a Profesor Visitante de la Universidad de Costa Rica

"En Centroamérica, producir culturalmente es poner en riesgo la vida"

"En Centroamérica, producir culturalmente es poner en riesgo la vida"

El profesor José Pablo Hernández, especialista en producción audiovisual contemporánea en Centroamérica, abordó la dura realidad de los agentes culturales en la región y las maneras de abordar la memoria histórica en de los trabajos audiovisuales de la región.

El profesor José Pablo Hernández fue invitado al Instituto de la Comunicación por el Programa de Profesores Visitantes de la Iniciativa Bicentenario de la Universidad de Chile. Destacó que esta oportunidad le permite hacer dos cosas que quería. Por un lado, dialogar con estudiantes, investigadores y académicos sobre los temas que le interesan: la representación, producción de imágenes y la política de las imágenes. Por otro lado, le permite empezar a construir una red de investigadores y académicos en toda América Latina que estudien el tema de la visualización de la violencia política.

¿Qué actividades tiene programadas?
-Hay un monográfico sobre fotografía estética y política que tiene que ver con mi investigación sobre las fotografías de las guerrillas en América Latina. Por el momento estoy empezando a trabajar con las de Centroamérica, de la segunda mitad de siglo XX. El curso es para el Magíster de Comunicación Política. Luego hay una muestra de un curso de extensión, sobre el audiovisual contemporáneo de Centroamérica. Presentaré documentos audiovisuales producidos desde los ´90 hasta hoy y los que a mi me parecen que juegan libremente entre las fronteras de ficción- documental. Es un tema que también me interesa.

¿Cómo podría caracterizar la producción cultural de Centroamérica?
-En Centroamérica hay un momento que crea una especie de eje cultural, que son todos los conflictos armados que hay desde los años ´50 hasta finales de los años ´80, en donde se hace un proceso de paz, se firman una serie de acuerdos para pacificar la región, los movimientos armados se desmilitarizan, se politizan y se convierten en partidos. Ese momento es visto con gran euforia nacional y sobre todo internacional como el momento de la transición a la democracia y la paz en Centroamérica. Justamente en ese momento hay un nuevo fervor en la producción cultural, yo diría que en realidad nace la producción cultural ya bien articulada en todos los países de Centroamérica. Lo que yo he venido a mostrar, con respecto a lo audiovisual tiene que ver con ese momento, con la gente que empieza a trabajar en la década de los ´90 bajo la idea de representar ese nuevo espacio cultural post conflicto.

"Hoy la democracia es una democracia de papel"

¿Qué es lo que muestran hoy los trabajos audiovisuales?
-Recientemente, lo que se muestra es que la paz es una especie de figura literaria que habita en esos documentos que se firmaron entre el ´89 y el ´92, o una serie de acuerdos diplomáticos no reales. Centroamérica sigue siendo la región más violenta del mundo, Honduras sigue siendo el país más violento. Guatemala es el país con más femicidios en el mundo también. De hecho, hay más muertes violentas en este momento que en la época de las guerras, entre los ´70 y ´80." Hoy la democracia es una democracia de papel. Lo interesante es que los audiovisuales y las producciones culturales ha estado enfatizando no el pasado, ni la recuperación de la memoria de los conflictos, todavía eso no se empieza a hacer de manera sistemática en Centroamérica, sino que más bien muestran el carácter pasivo de esos conceptos, "democracia", "paz".

Y en ese sentido, ¿encuentra alguna similitud o diferencia con los trabajos que se han realizado en Chile post dictadura?
-Sí, hay cosas que son similares, hay un proceso que intenta superar el nivel de análisis o aceptar las condiciones que sobre el papel se han hecho. Y en Centroamérica sobrepasar la lectura entusiasta de los procesos de paz y democratización, pero el proceso de recuperación histórica es muy diferente. Sólo Guatemala ha tenido una Comisión de la Verdad, que le costó la vida a todos los que la conformaban. No se ha llevado a juicio a nadie por las formas de represión que fueron sistemáticas, durante mucho tiempo. En ese sentido, Chile ha ido desarrollando un proceso más sostenido. En Nicaragua no hay archivo nacional por ejemplo, allí se acaba de descubrir el archivo de la policía, y apenas se están digitalizando todos esos documentos.

Y en el área audiovisual, ¿cómo abordan esa falta de memoria histórica?
-Eso es interesante, las referencias son más bien indirectas. Uno puede rastrear que hay una referencia a esos momentos histórico, pero es de manera indirecta.

¿Y eso es por miedo?
-En parte es por miedo, sí. En países como Guatemala claramente por miedo, en El Salvador también. Producir culturalmente es poner en riesgo la vida. En Guatemala se asesinan de cinco a seis personas mensualmente que tienen que ver con el sector cultural. Es una constante que se mantiene. Es por miedo, pero también creo que es un proceso lógico y normal. Es muy habitual que sea la segunda, tercera generación, la que empiece a recuperar los traumas y las cosas que tienen que ver más directamente con los conflictos de esa índole. Ya, ahora, gente muy joven, que están entre los 25 y 35 años, está empezando proyectos audiovisuales que tiene que ver directamente con esa época. Ésta es la generación de los que fuimos niños, no las que tienen un lugar en la producción audiovisual, sino, la emergente.

Entonces, ¿dónde es posible encontrar estas temáticas?
-Cuando uno se encuentra documentos que topan esos temas, generalmente son directores extranjeros que vuelven a Centroamérica con la vieja imagen de los conflictos. En algún sentido, la gente que está produciendo culturalmente después de los ´90, quiere despegarse de esa imagen y generar otra. Porque se focalizó mucho la atención de que era una región conflictiva, pero se descuidaron otros temas como el género, la producción de identidades nacionales excluyentes, las minorías éticas, la cultura popular, etc. Una serie de temas que habían desaparecido.