Futuros estudiantes

Carta abierta a la Generación 2012 de la Escuela de Periodismo

Por Ximena Póo, directora de la Escuela de Periodismo

Hay quienes piensan que el periodismo es una pasión. Otros dicen que es un apostolado. Y hay quienes piensan que es un oficio, una profesión que no es para cínicos. El periodismo es eso y mucho más, es comunicación y se desenvuelve en este campo que poco sabe de límites, que invita a la exploración constante. El periodismo se instala en la historia y construye sus relatos desde esa historia, desde el contexto social, político, cultural, desde la decepción, la utopía y la memoria.

El periodismo que se imparte en la Universidad de Chile -desde esta Escuela, la más antigua del país y señera en América Latina- sabe de mordazas, porque las enfrenta; sabe de territorios ocultos, porque busca develarlos; sabe de imagen y sonido, porque su lenguaje se amplía cada día más; sabe de relatos escritos y de información para el conocimiento, para la vida social y la democracia; sabe de redes y de sus posibilidades mediáticas. Sabe, antes que todo, que los relatos van narrando la historia del presente, que el punto de vista desde donde se observa la realidad es crítico; que las verdades se construyen y que nada está dado.

Estudiar periodismo en la Universidad de Chile es provocador. Invita a comprender la modernidad, las corrientes de pensamiento y métodos que han levantado las sociedades que conocemos. Cada taller y cátedra se articula desde la rigurosidad porque cada académico y académica se desplaza entre tres territorios por los que ustedes caminarán con ellos: investigación, docencia y extensión.

Estudiar periodismo en la Universidad de Chile invita a conocer otras generaciones que los acompañarán en el Campus Juan Gómez Millas, en la universidad, en el campo laboral -tenemos la más alta tasa de empleabilidad en el país-, en las oportunidades de estudiar en el extranjero -nuestros estudiantes ganan más becas cada año- en la desafiante tarea de ampliar la diversidad informativa, las voces y la libertad de expresión, la industria cultural mediática.

El trabajo será duro, riguroso y tendrán muchos desvelos, pero estoy segura que para ustedes serán grandes años de sus vidas. Les damos la bienvenida a quienes han sido seleccionados y se están inscribiendo o se inscribirán. Lean y observen, busquen y critiquen, no se queden nunca con la primera versión.

Y, en especial, compartan desde el primer día con quienes llegaron antes: sus profesores -dialoguen con ellos, búsquenlos, estén siempre atentos a sus clases y talleres-; sus compañeros -trabajen con ellos la construcción de universidad pública y país republicano-, y el personal de colaboración -escuchen sus inquietudes y destaquen el valor de su trabajo- que estarán a su lado.

Bienvenidas y bienvenidos, hijos e hijas de Bello a la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile.