Emitida el 1º de julio pasado

Carta de apoyo al rector de la U. de Chile Víctor Pérez

Decanos de Facultades y directores de Institutos de la Universidad de Chile expresan su más firme apoyo al rector de nuestra Casa de Estudios.

Los decanos de Facultades y directores de Institutos de la Universidad de Chile expresan su más firme apoyo al rector de nuestra casa de estudios y vicepresidente del CRUCH, profesor Víctor Pérez Vera, al rechazar las propuestas de Gobierno de reforma a la educación superior por considerar que éstas son insuficientes, diferentes en contenidos y alcance a lo que se venía trabajando junto a los rectores, y por una manifiesta falta de voluntad política para alcanzar acuerdos.

El aumento del aporte basal a las universidades estatales, el término del autofinanciamiento de las instituciones de educación superior y la defensa de la educación pública han sido políticas que han propiciado los tres últimos rectores de esta Casa de Estudios en las últimas décadas. A nuestro juicio, estas reflejan un anhelo y una demanda muy sentida por nuestra comunidad universitaria, ya que ponen en el centro de la atención y el debate, los cambios que la educación superior necesita: universidades públicas fortalecidas, cumpliendo un rol social claramente diferenciado de las instituciones privadas; esto en un marco de garantías capaz de mantener el pluralismo, la libertad de cátedra, la complejidad disciplinaria, la investigación de frontera, la carrera académica, la ausencia de discriminación, la movilidad social, con aranceles y sistemas de financiamiento que permitan a todos los chilenos acceder a una educación de calidad.

El rector Pérez ha representado la posición de la Universidad de Chile, de la mayoría de los rectores del CRUCH y de miles de chilenos que se movilizan en las calles. Ante una educación superior en crisis hemos propuesto cambios estructurales concretos y claros: inversión pública en educación superior que alcance el promedio de los países de la OCDE; ley de lobby que fortalezca la transparencia del sistema; la creación de una superintendencia de educación superior que fiscalice en forma eficaz y asegure la transparencia del sistema; aporte basal del 50% para las universidades estatales; reformular el sistema de acreditación, a fin de asegurar calidad; proveer de más y mejores becas y ayudas estudiantiles que permitan la igualdad de oportunidades y equidad entre los chilenos.

El Gobierno tiene una oportunidad histórica para hacerse cargo de estas demandas que la mayoría ciudadana reclama con urgencia. Por ello le hacemos un llamado a sumarse y liderar los cambios estructurales en educación que el país necesita y que han sido postergados por décadas. Es tiempo de hacer los cambios que permitan la igualdad de oportunidades y la equidad en educación, como asimismo, asegurar que ésta sea un derecho para todos los chilenos y chilenas 

Santiago, 1° de julio de 2011