Reconocida a nivel internacional

Escuela de Periodismo del ICEI exhibe la premiada película “El Pacto de Adriana”

Tras la muestra del largometraje documental, la periodista y profesora del Instituto, Pascale Bonnefoy, conversó en profundidad con Lissette Orozco, directora del filme, y Melisa Miranda, montajista y egresada de la Escuela de Cine y Televisión de la Universidad de Chile.

¿Cómo se defienden los simpatizantes de derecha por violaciones a los derechos humanos?, ¿cuál es el discurso ideológico de esa defensa? y ¿cómo justifican las atrocidades que se cometieron en dictadura? Estas son algunas de las preguntas que las personas se realizan al ver el largometraje documental “El Pacto de Adriana” (2017, 96"), que fue exhibido en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile este lunes 9 de septiembre.

El trabajo cuenta la historia de Adriana Rivas, que en su juventud trabajó en la Dirección de Inteligencia Nacional -DINA- más conocida por ser la policía secreta del régimen militar en la época de la dictadura en Chile. Adriana es tía de Lissette Orozco, directora de la película, quien nos involucra en una narración ágil y muy íntima para desentrañar quién es su tía y qué tan vinculada estuvo de la cúpula de poder que rigió los destinos de este país.

“El Pacto de Adriana” fue estrenada mundialmente en el 67º Festival Internacional de Cine de Berlín, donde fue ganadora del Premio Peace Film Award. De ahí en más, esta producción nacional fue premiada en múltiples instancias internacionales, como el 29º Cinélatino Rencontres de Toulouse, donde fue galardonada con el Premio SIGNIS Competencia Documental; el 35º Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, donde ganó como Mejor Película en la Competencia de Cine de Derechos Humanos; el 57º Festival de Cine de Krakow, donde obtuvo el Premio The Silver Horn a la Mejor Película en la Competencia Internacional de Documentales; el 4º Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires, donde obtuvo doble galardón: Mejor ópera prima del Jurado joven y Primera mención Competencia Ópera Prima; y el Círculo de Críticos de Arte de Chile, donde fue escogida como la Mejor Ópera Prima del año 2017, entre otros premios.

Luego de la exhibición de este documental, que se realizó en el Auditorio Müller-Bueno del Instituto y que contó con la presencia de estudiantes, funcionarios y académicos del ICEI, Orozco conversó con la periodista y académica Pascale Bonnefoy, acompañada de Melisa Miranda, montajista egresada de la Escuela de Cine y Televisión de la U. de Chile.

-Me llamó la atención que, como dijiste en el documental, cuando surgió la vinculación de Adriana con la DINA tú estabas comenzando a estudiar cine y tuviste la intuición de tomar la cámara. Entonces, haces un trayecto de ocho o nueve años para hacer esta película. ¿Cuál fue tu propio proceso personal a lo largo de ese tiempo?

Orozco: Sobre el proceso, en la película digo eso. Pero en el fondo, yo estaba iniciando la carrera y no tenía la idea ni ganas de grabar un documental. Lo que sí hacía era que mi tía aparecía en el diario y guardaba el diario, la escuchaba en la radio y grababa la nota. Es decir, en el fondo comencé a llenarme de recursos audiovisuales, pero nunca pensé que iba a hacer un documental hasta el año 2011. Me llamaba la atención que una persona tan poderosa como ella estuviera metida en eso, por lo que en un inicio quería ayudarla.

-Comenzaste el 2011. ¿Qué tanto sabías de la dictadura, de los crímenes, de la DINA,  etcétera? ¿Sabías algo previo a esto?

Orozco: Yo vengo de una familia de derecha. Siempre el fundamento era que yo no tenía que opinar tanto sobre eso porque yo no viví en esa época, no podía traicionar a mi familia y todas esas cosas. Nunca fui una persona que estuviera en las marchas, políticamente era súper ignorante, socialmente hablando. Y también creo que esa evolución se ve en la película, de pasar de la ingenuidad al conocimiento, al entender todo y ahora tener una postura ética y moral mucho más clara con respecto a la vida.    

-¿En qué momento te das cuenta que Adriana te está manipulando y mintiendo en sus declaraciones?

Orozco: Yo digo que no existe el momento clave en que me doy cuenta de todo. Siento que todo el tiempo sospechaba, porque me leía La danza de los cuervos, El despertar de los cuervos, porque me vi todos los documentales que se me cruzaron, declaraciones de otras personas de la DINA que me pasaron,... entonces me empecé a empapar de tanta información que a veces hablaba con mi tía y yo ya sabía mucho. Ella me decía por teléfono: Hola, mi amor. ¿Cómo estai? Y yo le contestaba: Bien, bakán. Pero dentro de mi cabeza se pasaba la idea que había leído recién de que la estaban acusando de pasar la Gigi, o como se conocía a la máquina de electricidad. Entonces, era una contradicción todo el tiempo.

-No hay ni periodistas, ni investigadores, ni abogados en este trabajo. Se notan ojos frescos y gente joven. ¿Cómo fue para ti desdoblarte en la tía que quieres y la tía que estás descubriendo?, ¿cómo reaccionó tu familia frente a este documental?   

Orozco: Creo que fue clave una reunión que tuvimos con una agente de venta que me comentó: "¿Esta es la película que tú quieres hacer, o la que tú debes hacer?" Y claro, tenía razón, porque la película estaba siendo políticamente muy correcta. Pensaba que las cosas tenían que ser blanco o negro, "si mi tía es criminal tiene que pagar", pensaba. Porque la gente tendía a pedirme una postura muy clara.

Melisa: Cuando me acerqué y nos conocimos con Liss (Orozco), el tema era muy delicado porque ella quería mucho a su tía. Por eso creo que el grupo más cercano no se acercó a decirle No, tu tía es esto, a, en el fondo, violentarla. Fue un proces, de años, que todos vivimos. ¿Cómo uno se pone en el rol de Liss?, ¿cómo uno entiende que para ella su tía es muy querida? Es un proceso.

Próximamente, esta película se mostrará en la Universidad de Santiago (12 de septiembre) y en el Museo de la Memoria (1 de octubre). Más información en el Facebook.