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Universidad de Chile

Según estudio de comisión integrada por profesora del ICEI Roxana Pey

Las razones del CRUCh para rechazar acortamiento de carreras

Las razones del CRUCh para rechazar acortamiento de carreras

Los expertos consultados por el CRUCh exigieron algunas definiciones antes de continuar con una discusión sobre una propuesta que, en los términos planteados por el Gobierno, adolece de errores de base, confusiones conceptuales, inexistencia de propuestas en cuanto a financiamiento y falta de proyectos tendientes a regular el sistema.

A instancias del informe elaborado por un comité de expertos integrado, entre otros, por la profesora Roxana Pey, Directora de Postgrado del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (ICEI), el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas, CRUCh, resolvió rechazar  la propuesta inicial del Ministerio de Educación de acortar la duración de las carreras de pregrado. Esta iniciativa, cuyo objetivo es reducir los costos de la enseñanza superior, amenazaría con precarizar la formación profesional de los estudiantes ya que no contempla un mecanismo destinado a nivelar las competencias ni incluye medidas regulatorias, así como tampoco establece un plan de financiamiento acorde a las estándares de la OCDE.

Según el CRUCh, la iniciativa del Mineduc omite una serie de variables no debidamente atendidas por la comisión de expertos convocada por el Ejecutivo. Entre estos elementos se encuentran la desigualdad en el perfil de ingreso de los estudiantes, las necesidades de nivelación debido a las serias falencias formativas durante la enseñanza escolar, diseño y estructura curricular, dificultades financieras y estructurales para continuar con estudios de postgrado, deficiencias en el financiamiento estudiantil e institucional y la ausencia de un marco regulatorio que ponga atajo a las irregularidades observadas en el sistema.

Asimismo, el CRUCh enfatizó la confusión conceptual que existe respecto de términos como la "duración formal de las carreras" frente a la "duración real" de las mismas, "titulación oportuna" y "deserción".

Finalmente, el estudio puso en relieve los denodados esfuerzos del CRUCh orientados a subsanar los problemas relativos a la titulación oportuna y la deserción de los estudiantes, estrategia que ha contemplado procesos de innovación curricular asociados a planes de nivelación de conocimientos. Esta estrategia, aplicada como programas piloto en algunas universidades, ha redundado en una mejora en los índices de titulación oportuna (6%), pese a que las instituciones no cuentan con un ítem permanente de financiamiento para tales efectos.

Sin embargo, el CRUCh invitó al Gobierno a realizar un trabajo conjunto orientado a generar una política pública sobre esta materia, diálogo que se desea constituir sobre bases que aún no han sido oportunamente establecidas, especialmente en cuanto a financiamiento, estructura y regulación integral del sistema de educación superior.

El Consejo de Rectores se mostró partidario de buscar en conjunto las estrategias destinadas a mejorar los índices de titulación oportuna y lograr una baja en la deserción. Asimismo propuso consensuar una línea de acortamiento en algunas carreras siempre y cuando se ajuste a los estándares de la OCDE.

Críticas de Roxana Pey, integrante del comité de expertos

Roxana Pey, Directora de Postgrado del ICEI, e integrante del comité de expertos consultados por el Consejo de Rectores, aseguró que esta iniciativa más bien apunta a distraer el objeto de análisis ya que el problema a corregir -el creciente encarecimiento de la educación superior- se produce por la falta de regulación que existe en el sistema, y no a causa del tiempo de duración formal o real de las carreras de pregrado. 

Primero, dijo, estarían las cuestiones prácticas no consideradas por el Gobierno como la necesidad de cubrir las lagunas que deja una deficitaria educación escolar. "Ciertamente que la duración de las carreras de pregrado es mayor en comparación con los países de la OCDE, pero el ministro (Harald Beyer) se olvida del hecho de que los estudiantes de esos países no llegan con la falta de conocimientos que sí muestran nuestros estudiantes debido a las deficiencias de nuestro sistema escolar. Esto obliga a destinar una parte de las carreras para nivelar esos conocimientos. Estas debilidades formativas son responsabilidad del Ministerio (de Educación) y no resueltas por el Ministerio. Los estudiantes en países de la OCDE llegan bien formados a la universidad, y entran directo a lo que tienen que hacer. Aquí no; aquí las universidades deben nivelar y los estudiantes que no son bien nivelados fracasan en sus estudios", sostuvo la profesora Pey.

Otro elemento que no se considera en este paralelo: en los países que integran el selecto club de países desarrollados, las carreras de pregrado no son habilitantes para ejercer una profesión. "En los países de la OCDE, los estudiantes continúan con su proceso formativo después del Pregrado. Además, los estudios de Postgrado son gratuitos, o al menos están sujetos a un sistema conocido. Aquí las carreras de pregrado son más largas, pero salen habilitados, y sin seguridad de seguir en un postgrado cuyo financiamiento corre por su cuenta", agregó. En suma, el Mineduc equivocaría el foco de la discusión ya que su propuesta no va a la raíz del problema.

El quid del asunto, según Roxana Pey, está el financiamiento: "Del millón y tanto de estudiantes que hay en la educación superior chilena, sólo un 7,4% por ciento está en un nivel de Postgrado, llámese Postítulo, Diplomado, Master o Doctorado. Si se llegaran a acortar las carreras... ¿Quién podría acoger a esos estudiantes? Las universidades no cuentan con el financiamiento para abrir masivamente las vacantes. Lo más grave es que el Mineduc no envía ninguna señal o propuesta respecto de cómo se van a financiar. ¿Cada uno tendrá que hacerlo? Esto porque se instaló la idea de que la educación es un bien privado, individual".

La Directora de Posgrado del ICEI criticó la perspectiva ideológica de mercado que, en virtud de las señales dadas el último tiempo, parece ser el único principio rector de las reformas que pretende impulsar el Ejecutivo.

"Vemos, en la práctica, que Chile tiene la tendencia a precarizar y a destruir lo bueno que tenía. En Chile había un buen sistema de educación pública que fue destruido. Y ahora se quiere dar un paso más allá para destruir lo que queda. Uno sospecha que aquí se quiere favorecer a las privadas, y eso es peligroso en el contexto de renuncia y denuncia del rector de la Universidad del Mar (Raúl Urrutia)", sostuvo. "No podemos seguir viendo a estudiantes y graduados como unidades de producto", añadió.

"Hacen un negocio, lucran, y es a esas instituciones a las que se benefician con estas propuestas de acortamiento de carrera y modelo de financiamiento: aumentar el CAE, eliminar el Fondo Solidario, abrir los fondos concursables a instituciones privadas con el requisito de que estén acreditadas, en circunstancias que ese sistema de acreditación tiene enormes debilidades. Esto se da en un esquema de financiamiento tipo voucher. Esta peligrosa tendencia a la ‘voucherización' de la educación superior; cada uno va con su financiamiento, y va donde le da la gana y hace lo que puede en instituciones precarias", declaró.

Finalmente, Roxana Pey aseguró que "en los últimos resultados de la Prueba Inicia, aplicada a estudiantes de Pedagogía, había una correlación interesante: los buenos puntajes de la prueba correspondían a alumnos donde las carreras eran más largas y en las universidades donde había más demora en la titulación. Esto parece de Perogrullo, pero al parecer no es tan evidente para el Ministerio. Esto es simplemente precarizar la educación".