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Universidad de Chile

Realizada por Hernán Caffiero, egresado del postítulo de Cine Documental del ICEI

"Una Historia Necesaria": La miniserie que rescata la memoria para las nuevas generaciones

"Una Historia Necesaria": La miniserie que rescata la memoria

Esta producción de Tridi Films y la Escuela de Cine de Chile se adjudicó el Fondo del Consejo Nacional de Televisión 2016 (CNTV). Entre algunos casos emblemáticos se relatan los casos de Ana González, Reinalda Pereira, Alfredo García, Julio Vega, Antonio Llidó, David Silberman, Claudio Thauby, entre otros.

Este lunes 11 de septiembre se estrenó por Canal 13 Cable la miniserie “Una Historia Necesaria”, producción compuesta por 16 cortometrajes que retratan las horas previas a la desaparición de varios opositores al régimen de Pinochet, y donde figuran un profesor y tres estudiantes de la Universidad de Chile.

La serie está dirigida por el cineasta Hernán Caffiero y cada capítulo cuenta con diferentes elencos, donde se podrá ver a Alfredo Castro, Alejandro Goic, Catalina Saavedra, Luis Dubó, Sofía García, Ariel Mateluna, Daniel Antivilo, Gastón Salgado, entre otros.

Esta producción de Tridi Films y la Escuela de Cine de Chile se adjudicó el Fondo del Consejo Nacional de Televisión 2016 (CNTV). Entre algunos casos emblemáticos se relatarán los casos de Ana González, Reinalda Pereira, Alfredo García, Julio Vega, Antonio Llidó, David Silberman, Claudio Thauby, entre otros.

Hernán Caffiero, director de la miniserie, explica que este proyecto nació luego de considerar que Chile aun necesita enfrentarse a su pasado y así poder sanar como sociedad a futuro. “Nuestro proyecto está pensado para las nuevas generaciones, para hombres y mujeres de entre 15 y 30 años que no vivieron de forma directa el golpe militar ni los años de dictadura. La idea es hacer sentido e impactar desde la emoción a aquellos que en los próximos años serán los encargados de construir nuestra sociedad. Este proyecto está pensado para hacer conciencia de los horrores que vivimos, y así no volver a cometerlos”, argumenta.

El realizador agrega además que la idea de esta serie es intentar aportar en “que las familias de los Detenidos Desaparecidos y las víctimas que sobrevivieron comiencen a sanar por medio del reconocimiento de nuestra historia, de enfrentar la verdad de que estos horrores sucedieron, de mirarnos a la cara, no bajar la vista y pedirnos perdón”.

El formato de la serie fue escogido teniendo en cuenta el público al que estaba enfocada, quienes son grandes consumidores de contenido de corta duración y con una factura más cinematográfica que televisiva. Según explica Caffiero, “con esto no solo se impacta desde el relato, sino que también desde la estética. Para ello se utilizaron cámaras de cine digital y tecnología óptica de primera línea. Bajo esa idea construimos cada historia bordeando los cinco minutos de duración, con una estética tendiendo a la vanguardista”.

Las historias escogidas para su representación tuvieron como tema común la tragedia, pero vivida en distintos contextos. De este modo, se definió que las historias debían ser disímiles unas de otras, para que cada una tuviera una identidad y fuera mostrada con distintos recursos de narrativa cinematográfica.

La retribución emocional

El director de la serie confesa que la historia con la que parte la serie es una de las más impactantes para él, “porque Alfredo –“Alfredito” en capítulo- es amigo mío y de muchos de los que trabajamos en el proyecto, por lo que esa historia fue hecha con mucho cariño”. Sin embargo, señala que hubo otras historias que también impactaron bastante al equipo, sobre todo por la retribución emocional que los familiares de las personas retratadas.

“En el evento de lanzamiento, un familiar se nos acercó pidiendo conocer al actor que había interpretado a su padre, a quien se llevaron detenido cuando él era un bebé. Al conocerlo, se le acercó emocionado y le dijo ‘tú no sabes el valor que esto tiene para mí, porque ahora mis hijos pueden tener un rostro para mi padre, van a poder tener el rostro de su abuelo encarnado en ti. Esto nunca se me va a olvidar y te lo voy a agradecer toda la vida’. El nivel de sanación y de catarsis fue muy fuerte, pero ahí fue que como equipo sentimos que logramos el objetivo que teníamos para esta serie”, relata.

Si bien hasta ahora no se ha podido evaluar la recepción del público de la emisión por cable, en Redes Sociales esta serie ha tenido muy buena acogida, con comentarios positivos e incluso con repercusión internacional por el caso del Sacerdote Antonio Llidó, que fue clave para la tramitación de la detención de Augusto Pinochet en Londres por parte del juez español Baltasar Garzón.

“Nosotros decidimos tener estos formatos de difusión abierta porque teníamos que ser consecuentes con la génesis del proyecto. La verdad es que puede que nos hayamos desviado de la posibilidad de tener varios ingresos, pero teníamos que hacer una serie que fuera pública, que retribuyera además los aportes que nos brindaron los familiares, quienes querían que se supieran estas historias no solo en Chile, sino que en todo el mundo”, comenta el director.

Finalmente, Caffiero comenta su paso por el Instituto de la Comunicación e Imagen, donde cursó el postítulo en Cine Documental entre los años 2005 y 2007, programa que luego se transformaría en el Magíster de Cine Documental del ICEI.

Según afirma el realizador audiovisual, “creo que me sirvió mucho estudiar en el ICEI desde la perspectiva documental, porque es una herramienta que me ha permitido tener otro foco al hacer ficción. Hay otro tipo de percepción que se desarrolla, se crea otra empatía, tanto con la historia como con el espectador. Si bien mi alma mater es la USACH, yo aprendí a hacer cine en la Universidad de Chile, junto a Pedro Chaskel, Tiziana Paniza, Carlos Ossa. En fin, académicos de primera línea que permitieron abrir mi espectro analítico y de tener un punto de vista crítico”.