Ir al contenido
Universidad de Chile

Destacada en el Journal of Pediatric Surgery

Investigación propone nueva herramienta para la detección del abuso sexual a niños

Investigación propone nueva herramienta para detección de abuso sexual

Tras la dificultad para corroborar denuncias de abuso a niñas, niños y adolescentes, un equipo liderado por la directora del Dpto. de Cirugía Pediátrica de la Facultad de Medicina, Carmen Gloria Rostión, demostró la efectividad de un examen ya existente con estos fines. La endosonoscopia anal ya está siendo considerada por peritos judiciales, y es parte de un enfoque multidisciplinario clínico en pos del bienestar de los posibles abusados.

Parte de los casos de mayor impacto social involucran al abuso sexual, en especial ese que es perpetrado a niños, niñas y adolescentes (NNA), por la violencia y el desamparo en que éstos quedan, no sólo por las barreras para hacer las denuncias, sino que también por lo tortuoso que es el proceso para ellos, tanto a nivel judicial como médico en pos de la constatación de los hechos relatados en las denuncias.

La doctora Carmen Gloria Rostión, directora del Departamento de Cirugía Pediátrica de la Facultad de Medicina, explica que hay casos donde se sospecha de abuso sexual “y no había signos clínicos de abuso porque muchas veces cuando había denuncias, había pasado mucho tiempo o el abusador sabía cómo no dejar huellas en un abuso anal”. Esto se mezcló con su interés y el de un equipo de investigadores respecto a la técnica de la endosonografía anal en los pacientes tratados con malformaciones anorrectales.

“Comenzamos con ese fin, buscando un mejor diagnóstico de pacientes operados de ano imperforado y que tenían secuelas de continuación o incontinencia fecal, pero por las posibilidades que teníamos de documentar de forma más concreta en niños que se sospechaba de abuso sexual, fuimos por este lado de la investigación”, explica Rostión, quien apunta que este examen permitía visualizar el aparato esfinteriano y el tejido muscular, que por lo general siempre tiene una cicatriz más visible que la de la piel.

La investigación fue recogida en el artículo titulado “Helpfulness of rectoanal endosonography in diagnosis of sexual abuse in a child” (“Posibilidad de ayuda de la endosonografía rectoanal en el diagnóstico de abuso sexual en un niño”), publicado en el Journal of Pediatric Surgery de este mes, con la participación de los médicos María Isabel Galaz, Mónica Contador, y Margarita Aldunate del Hospital Roberto del Río, y Sandra Benavides y Carlos Harz de la Clínica Santa María. En el trabajo, los investigadores exploraron en 40 casos con condiciones de posible sospecha de abuso, tales como la existencia de enfermedades de transmisión sexual; cambios de comportamiento como la falta de control sobre esfínter en niños; y menores con conductas hipersexualizadas.

Tras la publicación y divulgación de esta investigación, Rostión indica que la Fiscalía se ha puesto en contacto con ella y su equipo cada vez más. "La Asociación de Fiscales también se contactó para contar con este examen, pero hay que dejar en claro que éste esfuerzo no implica sólo el examen. Hay un equipo multidisciplinario de pediatras, infectólogos, de psicólogos, de psiquiatras, y este examen es sólo un punto más en el trabajo”, enfatiza la directora del Dpto. de Cirugía Pediátrica, quien asegura que un chequeo realizado por un equipo clínico multidisciplinario también resulta mejor para los NNAs y para evitar que este procedimiento sea más invasivo con ellos.

“Hicimos el trabajo de investigación práctica en la Clínica Santa María -que cuenta con estos equipos- de forma gratuita, y esto terminó ayudando mucho en la confianza, porque se conformó un lugar acogedor para el niño y su familia. Pudimos tener anestesistas pediátricos, lo que permite que el niño ni sepa del examen. Un equipo multidisciplinario es clave. No se puede llegar y pedir el examen, sino que forma parte de una cadena de acciones médicas para definir lo que se necesita corroborar y la información necesaria de obtener”, dice la académica, quien indica que hoy en la Facultad de Medicina hay una creciente cantidad de formación en pregrado en estos temas, pero que “sí necesitamos más formación específica en signos y síntomas en la clínica del niño abusado, y la derivación pronta y el compromiso del médico con el niño”.

La doctora Rostión es clara en que los médicos deben asumir la sospecha en casos con estas características de la existencia de abuso sexual, para poder indagar al respecto: “Si se tiene la sospecha, se tiene que llegar al final, sea con la denuncia por parte de uno mismo o con que los padres la interpongan”.