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Universidad de Chile

En el marco de la actividad "La Universidad de Chile piensa la nueva Constitución"

Comunidad del ICEI debate sobre el proceso constituyente

Comunidad del ICEI debate sobre el proceso constituyente

En la jornada, encabezada el profesor de la Facultad de Derecho Francisco Zúñiga, participaron autoridades, académicos, estudiantes y funcionarios, quienes se sumaron a las charlas simultáneas que se efectuaron en 18 unidades universitarias.

Con el fin de informar, fomentar la reflexión y motivar la participación en el proceso de reforma a la Constitución propuesto por el gobierno, este lunes 13 de junio autoridades, profesores, estudiantes y funcionarios del Instituto de la Comunicación e Imagen, ICEI, participaron en la charla "La Universidad de Chile piensa la nueva Constitución", impulsada por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones a petición del Senado Universitario.

Esta actividad, que se realizó de manera simultánea en las distintas facultades e institutos universitarios, en el ICEI fue encabeza por Francisco Zúñiga, profesor titular de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho, unidad de la cual emanó esta iniciativa.

El académico estructuró en tres puntos su exposición. Primero, con el cuestionamiento respecto a si requiere Chile una nueva Constitución, para luego referirse a los elementos que debiera poseer una nueva carta magna. Cerró con comentarios sobre el itinerario del Proceso Constituyente y sus riesgos. Al finalizar su exposición, todos los puntos fueron objeto de comentarios y consultas por parte de los asistentes, quienes recibieron respuestas por parte del expositor.

Respecto a la necesidad de contar con una nueva constitución, el profesor respondió con algunos argumentos positivos, entre ellos, el techo ideológico del contexto neoliberal autoritario en el que se dicta la Constitución de 1980, la falta de legitimidad democrática de origen y el fraude plebiscitario que buscaba darle legitimidad a su génesis; los resabios de autoritarismo contenidos y que fueron planteados con motivo del fallo del Tribunal Constitucional en materia de la reforma laboral y las implicancias de Leyes Supramayorías, entre otros aspectos.

A esto Zuñiga agrego que “nuestra Constitución es anticuada, razón incluso más potente que todas las anteriores aquí expuestas. Gestada en el momento de la Guerra Fría y expresada a la luz de la doctrina de la seguridad nacional en los 80. Otra expresión de que es anticuada es el marcado presidencialismo que posee, el que se observa deficitario cuando nos enfrentamos a jefaturas de gobierno y de Estado particularmente débiles, como lo fue el mandato del anterior Presidente Piñera y la actual Presidenta”.

Sobre los contenidos que debe tener una nueva constitución, el abogado constitucionalista los dividió en: “Aspecto dogmático”, relativo a una serie de derechos como a la igualdad y no discriminación, libertad de expresión, nuevos derechos políticos como acceso a la información pública, derechos colectivos y reconocimiento de los Pueblos Indígenas, entre otros; “Garantías”, respecto al desarrollo y la efectividad del conjunto de derechos fundamentales o la limitación de ellos solo por ley; y “Deberes”, relacionados con el respeto a los derechos, la contribución con una sociedad solidaria, entre otros.

Itinerario y riesgo del Proceso Constituyente

Para cerrar su exposición, el académico de la Facultad de Derecho aclaró el itinerario del actual Proceso Constituyente, que se divide en las siguientes etapas: Educación cívica y Constitucional, marzo 2016; Diálogos ciudadanos, actualmente; Bases ciudadanas para la nueva Constitución, octubre 2016; Reforma sobre el procedimiento constituyente, inicio de 2017; Proyecto de la nueva Constitución del ejecutivo, 2do semestre de 2017, Plesbicito constituyente, 2018.

Respecto a sus perspectivas, existirían dos riesgos centrales que amenazarían este proceso, por lo que advirtió que “cuando se piensa en una nueva Constitución esta debe ser formulada a partir de una hoja en blanco, que no se trata de partir de cero, sino que en el debate subyacente no puede haber pretextos, ni vetos ni bloqueos. La Constitución tiene una trampa, desde el punto de vista de gestación de su reforma, al poner en situación de asimetría de poder a la minoría que puede bloquear la llave de esta reforma”.

En este sentido, el abogado enfatizó en que existe un peligro asociado al discurso referente a la Asamblea Constituyente, popularmente conocida como AC. “Como académico e investigador de este tema, me parece un riesgo porque se le asigna una funcionalidad y resultado procedimental que no posee, y se podría generar una frustración. La Asamblea Constituyente es una institución de representación política y no ciudadana, quien diga lo contrario falta a la realidad incluso de lo que ha ocurrido en otros países. En términos simples, la única diferencia entre el Congreso Constitucional y la AC, es que la segunda es unicameral y elegida para cumplir la única misión de dar una reforma constitucional. Sin embargo, la lógica de quienes integran esa asamblea es la misma de quienes integran el sistema de representación político parlamentario, democrático y liberal”.

Otro peligro expresado por Zúñiga se asocia a los diálogos ciudadanos y la fase posterior de formulación de las bases de la reforma constituyente. “Es un riesgo que se genere una escisión de los diálogos y la decisión posterior. Estas etapas podrían verse enfrentadas a la asimetría de poder, es decir, quien tiene la minoría calificada, el tercio más uno de los votos, en cualquiera de las cámaras, podría dar un portazo al proyecto de reforma constitucional resultado de las bases ciudadanas. Esto porque el proceso constituyente en que estamos no está amarrado con la decisión constituyente, pudiéndose postergar para el próximo periodo legislativo o gubernamental, lo que deja una tremenda duda respecto al compromiso que existirá con quienes conduzcan el país”, puntualizó el académico.