Ir al contenido
Universidad de Chile

Juan Pablo Arancibia en la presentación de su libro en el ICEI

"Pensar lo trágico es reflexionar en la posibilidad de libertad"

"Pensar lo trágico es reflexionar en la posibilidad de libertad"

La investigación ensayística "Tragedia y Melancolía: Idea de lo trágico en la filosofía política contemporánea", propone estudiar el carácter trágico contenido en el pensamiento de Michel Foucault, Giorgio Agamben y Roberto Esposito.

Ante un público que repletó el Auditorio Jorge Müller del Instituto de la Comunicación e Imagen, ICEI, se realizó el lanzamiento del libro Tragedia y Melancolía: idea de lo Trágico en la filosofía política contemporánea, del profesor Juan Pablo Arancibia.

En el texto, el autor hace una revisión del pensamiento de tres autores: Michel Foucault, Giorgio Agamben y Roberto Esposito, considerados por el académico como “activos agentes portadores y promotores de las discusiones más significativas del escenario filosófico político de las últimas décadas”. La investigación surge de los estudios realizados por el académico en el marco de su tesis para obtener el título de doctor en Filosofía de la Universidad de Chile.

El libro sostiene que en la filosofía política contemporánea habría un pensamiento signado por un carácter trágico-político que se expresa de manera clara en la obra de estos tres autores. Qué podía implicar y significar esta manera de pensar esta noción, fueron algunos de los cuestionamientos que el académico se propuso responder, embarcándose en una investigación sobre problemas ancestrales y fundacionales de la filosofía.

“Me parecía que pensar lo trágico en lo político reclamaba una dedicación, y de alguna manera la filosofía política venía abasteciendo condiciones para proponer, sugerir o consolidar esta noción, aún cuando como vocablo o expresión no había sido expresada. La necesidad de estabilizar esta idea de lo trágico-político podía constituir una idea de pensamiento. Creo que este trabajo es introductorio y da ciertas señales, recupera ciertas modulaciones del pensamiento e intenta producir allí un diálogo y posibilidad”, sostuvo en su presentación el profesor Arancibia.

El académico agregó que “el pensamiento en tanto relación social no le pertenece a nadie, es una apertura múltiple donde concurren muchas voces, y en este sentido el pensamiento está cruzado por el conflicto, pero también por la posibilidad de pensar la libertad. Entonces, pensar lo trágico es reflexionar en la posibilidad de libertad. El título puede ser algo engañoso ‘tragedia y melancolía’, lo que aquí se quiere postular es radicalmente lo contrario, es un pensamiento afirmativo de la liberación y el goce que concierne a los cuerpos. En este sentido el texto es una aproximación, y lo que resta por decir es abundantemente complejo en comparación a lo que con este trabajo se ha alcanzado”.

La estructura del libro se divide en tres capítulos: en el primero, se revisa cuál sería la concepción de ‘lo trágico’ en Nietzsche, sus resistencias y críticas a la tradición metafísica y sus implicancias filosófico-políticas. Luego, en el segundo capítulo, se aborda el modo en que el ‘sentido trágico’ estaría presente en el pensamiento filosófico-político de Foucault, Agamben y Esposito, examinando cómo los autores piensan y despliegan su crítica a la experiencia política moderna, bajo un siempre oculto, pero corrosivo “semblante nietzscheano”.

En tanto, en el tercer capítulo, se estudia la relación entre tragedia y melancolía, como una relación y rasgo filosófico-político que estaría presente, de distintos modos, en el pensamiento de Foucault, Agamben y Esposito. Para ello se revisa una concepción trágica del lenguaje, aquella que anudaría la fuerza, el dolor, el lenguaje y la muerte.

Uno de los presentadores del libro fue el profesor del ICEI, Carlos Ossandón, Doctor en Filosofía por la Universidad de Gante, Bélgica y profesor titular de la Universidad de Chile, quien sostuvo que “la obra de Juan Pablo Arancibia busca pensar la política sin por ello asentarse en las tradiciones características de la filosofía política moderna. Discurre en este sentido más allá de las representaciones conocidas de la política. Así aparece un cierto ‘irrepresentable’ o zona inconfesable de la política no siempre fácil de conocer ni de aceptar, aunque inevitable de pensar. La investigación tiene la valentía de asomarse a ‘unos afueras’ o a ‘unos límites lejos’ del alcance de nuestros marcos familiares. Con este propósito interpela las formas comunes de la racionalidad política moderna y hace un uso creativo de autores tales como Foucault, Agamben y Esposito”.

El profesor Ossandón agregó que “lo político queda redefinido. Más que un campo o una práctica específica o una esfera de racionalidad o valor a la weberiana, atañe a lo agonístico y antagónico, fuerzas o contrareidades móviles, siempre abiertas e inciertas. Se confunde con una guerra primitiva y permanente que determina nuestros cuerpos y recuerdos. Una violencia que se infiltra o define racionalidades, leyes, democracias. Como en ciertos cuadros del ‘romanticismo negro de Goya’, el autor se encarga de no hacernos olvidar que las escenas son abominables y no complacientes”.

También participaron en la presentación del libro, Claudio Ibarra, candidato a Doctor en Filosofía Contemporánea, Diplomado en Estudios Avanzados (DEA) en Historia de la subjetividad de la Universidad de Barcelona, coordinador del Programa de Estudios en Políticas de la Exclusión/Inclusión Educativa y Académico del Departamento de Filosofía de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación; y Raúl Villarroel Soto, Doctor en Filosofía y Magíster en Bioética, profesor titular del Departamento de Filosofía y del Centro de Estudios de Ética Aplicada de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.