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Universidad de Chile

En 10° Escuela Chile Francia: Perspectivas sobre Migraciones

Académico del ICEI expone sobre la construcción de lo afrochileno y lo afromigrante en la prensa escrita nacional

Construcción de lo afrochileno y lo afromigrante en la prensa nacional

José Miguel Labrín, subdirector del Instituto de la Comunicación e Imagen expuso sobre la cobertura de la prensa entre los años 2000 y 2014, donde identificó lo narrado y las propuestas de sentido en torno a lo afrochileno y lo afromigrante, marcadas por la dramatización, el redescubrimiento, una etnografía de lo exótico y la emergencia de nuevas categorías del cuerpo afrodescendiente.

“Así como lo mapuche es un problema en las regiones del sur, lo afro empieza a ser cubierto como un problema del norte. Y por lo tanto, visto como un potencial conflicto. La observación del periodismo genera esta analogía del ‘blanco nacional’. Lo blanco es lo nacional, por lo tanto, todo lo no blanco es susceptible de ser discutido en el proyecto nacional”, afirmó el académico José Miguel Labrín, subdirector el Instituto de la Comunicación e Imagen, ICEI, de la Universidad de Chile, en su exposición en la 10° Escuela Chile Francia: "Des-encuentros: perspectivas sobre migraciones".

El encuentro abordó, desde una mirada internacional e interdisciplinaria, la experiencia migratoria. Durante tres días de debate que se realizaron entre el 2 y el 4 de mayo, académicos chilenos y franceses se reunieron para intercambiar investigaciones y preguntas desde su área de especialización: artes, arquitectura, filosofía, derecho, medicina, comunicaciones y distintas ciencias sociales.

En su presentación, “La construcción de lo afrochileno y lo afromigrante en la prensa escrita nacional”, parte de la sexta mesa "¿Pluralismo mediático?: Medios de Comunicación y estereotipos de migrantes en Francia y Chile", el Doctor en Comunicación, Cambio Social y Desarrollo por la Universidad Complutense de Madrid, José Miguel Labrín, repasó los resultados de su investigación que abarcó la cobertura de la prensa nacional entre los años 2000 al 2014.

El profesor contó que inicialmente había una suerte de sentido común reflejado en los medios sobre la disolución de lo afro. Es decir, que la afrodesdencia colonial chilena vivió una historia fatídica en nuestro país donde hubo un rápido mestizaje que invisivilizó esta herencia afrocolonial, y por otro lado, que desaparece producto de una no adaptación de una especie foránea.

Asimismo, identificó que “la diferenciación cultural empieza a ser reconocida como un elemento gravitante en la densificación de la democracia. Se genera una propuesta multicultural, que conlleva un reconocimiento a la diferencia y se traslada a un proyecto político; esto surge en la década de los 90 en los primeros gobiernos democráticos y se desarrolla en el 2000. Allí la prensa empieza a preguntarse por el carácter cultural de la democracia a través de las identidades culturales”.

Así, en el año 2000 las primeras organizaciones afrochilenas comienzan a ser visibles en el escenario de lo público-mediático. “La aparición de la pregunta por lo afrochileno tiene que ver con la generación de diversas organizaciones sociales en la zona del norte que empiezan a configurar una pregunta política-identitaria con respecto a lo afro. Estas agrupaciones que hasta el día de hoy existen, surgieron a finales de los años 90. Entonces, ¿qué hacen los medios? En esa primera etapa empiezan a trabajar progresivamente una cobertura marcada con los recursos de la dramatización y redescubrimiento, una etnografía o neoetnografía de lo exótico”, aseveró el subdirector del ICEI.

Discurso hegemónico frente a un otro

Si bien existe una tendencia de la cobertura de este periodo donde inevitablemente los medios se hacen cargo de una discusión de lo multicultural, donde empiezan a surgir las primeras coberturas contra la discriminación y aparece una mayor legitimidad indígena, siempre se realiza con cautela, lo que “representa una suerte de tensión entre la concreción del discurso hegemónico, construyendo esta otredad, y por otro lado la anécdota, la excepción, aquello delimitado geográficamente. Lo afrochileno nunca genera una pregunta por la condición étnica nacional, ni tampoco como un proyecto multicultural nacional”, destacó.

Luego, y asumido el principio del reconocimiento, la cobertura mediática se traslada a la cuatificación y cómo normalizar a esta población dentro de un contexto que sea reconocible, lo “étnico-indígena”.

Finalmente, lo afrocolombiano aparece como la máxima categoría del riesgo, a diferencia de otro tipo de migración. Esto implica que la prensa recupera el estereotipo generalizado que “crea una performance de lo negro”, en palabras del profesor, en referencia el cuerpo negro con una categoría nueva que se relaciona con la emigración.

Labrín destaca también una diferenciación sexual detrás de estos cuerpos. “Al momento de hablar de lo masculino, o sobre lo que se reconoce como varón, aparece inmediatamente mayor posibilidad de riego, aquel que está detrás de la pregunta por la delincuencia, la estafa o el narcotráfico. Versus la relación de la mujer afrodescendiente que aparece como un cuerpo altamente sexualizado, donde los términos que predominan es lo deseante, lo objetivado en términos de un trabajo sexual, que se manifiesta como una preocupación social, pero que tiene que ver con las construcciones de género sobre el cuerpo negro esclavizado”.

En la oportunidad también expuso Alexandre Borell, investigador asociado al Laboratorio Comunicación y Política del Centro Nacional de Investigación Científica, CNRS, de Paris sobre "Cuando las imágenes alimentan la distinción entre 'ellos' y 'nosotros'. Los medias audiovisuales, entre asignación e indiferenciación".